Carlos Miró y Charo Conde decidieron vender su casa y sus coches hace dos años para cumplir el sueño de su vida: adquirir una autocaravana y viajar libremente por todo el mundo. Así lo han estado haciendo hasta el pasado 13 de marzo, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el estado de alarma para frenar la COVID-19. Curiosamente, la pareja se encontraba realizando unas gestiones administrativas en Talavera de la Reina, Toledo, ciudad en la que han residido durante décadas. Así hasta que el pasado 13 de marzo la Gaviota Viajera se quedó anidando junto al parque de bomberos de Talavera de la Reina, con Carlos y Charo dentro. Hasta el día 2 de mayo que se permitió hacer ejercicio en la calle, ambos solo podían pasear alrededor de la caravana y sin abandonar la parcela delimitada para ella.