El 2020 ha supuesto un duro golpe para muchos sectores económicos y el cine ha sido uno de ellos. La pandemia derivada de la covid-19 ha supuesto un mazazo en cuanto al número de espectadores y por ende de recaudación de la salas de proyección. Si bien antes del coronavirus se tenía como espectador medio a una persona mayor, ahora, y aunque muchos ya están completamente vacunados, son reacios a los planes de ocio en interiores. Por eso y porque las películas que se sacan en verano son, por norma general, un cine más comercial y juvenil, se está viendo que acuden nuevas caras de gente más joven.