Para evitar la presencia de demasiadas personas en las salas de vistas a fin de reducir los riesgos de contagio de coronavirus, los juzgados burgaleses impusieron, como medida extraordinaria, que los procuradores no acudieran de forma presencial a los juicios. En la imagen el magistrado de la audiencia provincial de Burgos, Roger Redondo, sale reflejado en uno de los vinilos de protección durante un juicio realizado ya de forma presencial.