Barcelona, Barcelona

Una niña de 4 años, muerta por causas oncológicas, es preparada por tanatopractores de la empresa de servicios funerarios Mémora, en el tanatorio de Sancho de Ávila, para que su familia le dé su último adiós.

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Trabajadores de la empresa de servicios funerarios Mémora retiran el cuerpo exitus de COVID, de Teodora Ros Plana, sor Ros, de 103 años, del convento de Llar Verge de Gracia. La sor Superior da el último adiós a sor Ros.

Trabajadores de la empresa de servicios funerarios Mémora retiran el cuerpo exitus de COVID, de Teodora Ros Plana, sor Ros, de 103 años, del convento de Llar Verge de Gracia. La sor Superior da el último adiós a sor Ros.

Trabajadores de la empresa de servicios funerarios Mémora retiran el cuerpo exitus de COVID, de Teodora Ros Plana, sor Ros, de 103 años, del convento de Llar Verge de Gracia. La sor Superior da el último adiós a sor Ros.

Ataúdes en la morgue del tanatorio de Sancho de Ávila preparados para introducir los exitus y que los tanatopractores de la empresa de servicios funerarios Mémora puedan prepararlos antes de ser entregados a sus familiares.

Un exitus es dispuesto en un ataúd por tanatopractores de la empresa de servicios funerarios Mémora, en el tanatorio de Sancho de Ávila, para que puedan proceder a su preparación, antes de ser entregado a sus familiares.

Un exitus es preparado por tanatopractores de la empresa de servicios funerarios Mémora, en el tanatorio de Sancho de Ávila, antes de ser entregado a sus familiares.

Un tanatopractor en el tanatorio de Girona de la empresa de servicios funerarios Mémora, desinfecta un exitus con COVID, antes de cerrar el ataúd.

Una tanapractora y un trabajador de la empresa de servicios funerarios Mémora, en el tanatorio de Sancho de Ávila, en el montacargas donde trasladan los exitus a la morgue para que puedan prepararlos.

El cuerpo exitus de COVID, de Teodora Ros Plana, sor Ros, de 103 años, preparado para introducirlo en el frigorífico destinado para COVID, en el tanatorio Sancho de Ávila, de la empresa de servicios funerarios Mémora, en Barcelona.

Amigos de Elfriede Eicher Schatz, de 85 años y de origen alemán, le dan su último adiós antes de ser incinerada en el crematorio de Montjuic, tras morir por COVID en la residencia donde vivía. Ante la rapidez de su muerte por COVID y la avanzada edad de sus hermanos en Alemania, les fue imposible trasladarse a Barcelona para poder despedirse de ella.

Un trabajador del crematorio de Montjuic dispone el ataud con los restos de Elfriede Eicher Schatz, de 85 años y de origen alemán, muerta por COVID en la residencia donde vivía, para que pueda ser incinerada en los hornos que tienen en los subsuelos del crematorio.

Marianch en dos meses ha perdido a sus padres y a su esposo, pues su madre Aurora Deiros murió por COVID a los 94 años. Aprovecha el funeral de su esposo Emilio Antonio Carrillo, fallecido de causas naturales, a los 69 años, para enterrarlos juntos en el cementerio de Montjuic de Barcelona. Marianch con las cenizas de su madre.

Familia de Francesc Vidal Sants, sus dos hijos y mujer, fallecido a los 72 años por un posible COVID y enterrado en el cementerio de Montjuic de Barcelona, en la primera oleada de la pandemia, donde solo se permitia un máximo de tres familiares en el cementerio.

Un trabajador del cementerio de Montjuic de Barcelona, protegido por un equipo de protección individual, arroja herbicida en nichos.

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