Barcelona, Baix Llobregat
27 Abril 2020
Del campo a la ciudad
Los alimentos de proximidad toman más importancia que nunca en un momento en que la movilidad se ha visto reducida drásticamente por causa de la COVID-19. La huerta de la comarca del Baix Llobregat es una las grandes productoras del área metropolitana de Barcelona. Desde el estado de alarma se han multiplicado por tres las demandas de ayuda social. Cada semana grupos voluntarios de la entidad Espigoladors cosechan parte de los campos cedidos por campesinos que por una u otra razón no podrán aprovechar, pero que todavía están en buen estado para su consumo. Todo va al Banco de Alimentos y a otras iniciativas solidarias y redes de apoyo mutuo creadas durante la pandemia.

Una voluntaria carga una caja de alcachofas recién cosechada.
Un voluntario carga una caja de alcachofas.
Un voluntario cosecha alcachofas.
Voluntarios cargando cajas de alcachofas para el Banco de Alimentos.
Una voluntaria cosechando acelgas.
Un voluntario cosechando acelgas.
Voluntarios cargando acelgas para el Banco de Alimentos.
Dos voluntarias cosechando acelgas.
Una voluntaria cosechando acelgas.
Dos voluntarias cargando una caja de acelgas.
Un voluntario cargando una cajas de acelgas.
Voluntarios cargando cajas de acelgas.
Cajas de acelgas en un camión de varias entidades solidarias.
Una furgoneta llega con varias cajas de acelgas destinadas a la red de apoyo mutuo creada en el barrio de Vallcarca de Barcelona
Descarga de acelgas en uno de los puntos de reparto de la red de apoyo mutuo creada en el barrio de Vallcarca de Barcelona