El Hotel Renaissance albergó temporalmente a trescientos cincuenta pacientes con coronavirus para reforzar la atención primaria de los hospitales de Oncología de Bellvitge, Viladecans, General e Institut Català d’Oncologia (ICO). Las enfermeras caminan por un pasillo delante de las habitaciones minimalistas, con cama y televisión (además de la cocina) casi como único mobiliario. No se permiten cortinas ni alfombras que puedan ser una fuente de infección. En casi todas las habitaciones hay un paciente que toma su temperatura diariamente (y también la saturación de oxígeno) y las enfermeras comunican los resultados al control de enfermería, ubicado en la recepción del hotel.