Adrià, 33 años, vive en Premià de Mar, Barcelona. Es coordinador del hospital de campaña de la parroquia de Santa Anna. Después de una mañana intensa, toma una siesta para recuperar fuerzas. Nueve personas sin hogar forman parte de la organización creada para distribuir el desayuno, el almuerzo y la cena a más de 250 personas cada día a los ciudadanos que la crisis de la COVID-19 ha dejado más desprotegidos.