Voluntarios. Jonathan, de 24 años, es voluntario desde hace cinco semanas de la Cruz Roja en Badalona, colabora en el programa de reparto de comida de esta organización humanitaria. “Busqué opciones para apoyar a las personas que lo necesitan en estas situaciones difíciles. Eso lo que todos como seres humanos tendríamos que hacer”. El coronavirus se ha convertido en un tsunami que está arrasando todo lo que encuentra a su paso. Miles de personas se han visto en situación de pobreza en cuestión de pocos meses y las organizaciones humanitarias se están viendo sobrepasadas por el aluvión de peticiones de alimentos y artículos de primera necesidad. Las colas del hambre invaden sin remedio las ciudades. Una imagen que se ha convertido en algo habitual. Sin la ayuda e implicación de los voluntarios de este tipo de organizaciones no sería posible la mayoría de las acciones que se están llevan a cabo.