Mentes confinadas. Mano de Princesa Inca, la vidriera de su balcón. Adora las mariposas y su casa está llena de ellas. Princesa Inca es el nombre artístico de esta mujer de 41 años que lleva la mitad de su vida conviviendo con retos de salud mental. A los veinte años mientras estudiaba psicología sufrió una crisis que la obligó a estar dos meses ingresada. Y a partir de ahí inició un periplo por diferentes diagnósticos. No quiere ponerle una etiqueta a su sufrimiento porque no cree en la psiquiatría tradicional. Es una persona extremadamente sensible, y la poesía es su tabla de salvación. Ha publicado sies libros de poemas y en estos momentos está trabajando en uno nuevo que contendrá poemas relacionados con la pandemia. Imagen perteneciente al proyecto “Mentes Confinadas” sobre salud mental. Un proyecto que reflexiona sobre cómo las personas que tienen retos de salud mental están viviendo, y qué herramientas están utilizando para poder gestionar la pandemia del coronavirus, a la vez que pone el foco sobre la fragilidad que sostiene al ser humano cuando una situación como una pandemia expone nuestras vulnerabilidades, y la ansiedad y el miedo se convierten en otro virus a combatir.