El confinamiento hizo que la fauna de la ciudad de Barcelona se mostrara mucho más confiada. Durante varios días pude seguir los movimientos y los horarios de una pareja de herrerillos comunes, Cyanistes caeruleus, que se movían entre las sóforas, Styphnolobium japonicum, y algunas antenas cercanas. Estas pequeñas y coloridas aves se desplazan muy rápido entre el entramado de ramitas que tienen estos árboles ornamentales.