Día veintitrés de confinamiento en Barcelona. Un solitario ciclista por la ciudad vacía con la Sagrada Familia de fondo, como si de un testigo de la pandemia se tratara. Los primeros días pudimos ver muchos repartidores por la ciudad desierta. La razón no era porque trabajaban más o había más, sino porque no había coches y muy poco movimiento. Eso hacía que los riders se vieran más.
Os recordamos que todos los derechos de explotación de las fotografías son de su autor/a y que solamente los ha cedido para el archivo. Ponte en contacto con él/ella para cualquier otro uso. Gracias.