La pandemia de la COVID-19 modificó la celebración del 68.º Festival de Cine de San Sebastián en muchos de sus actos. Uno de los cambios más significativos fue que no hubo público en la alfombra roja. Solo los profesionales podían acceder manteniendo la distancia entre ellos a la hora de trabajar. En la imagen, varios fotógrafos y periodistas trabajan en la alfombra roja, situados donde habitualmente estaría el público, manteniendo la distancia de seguridad de dos metros y usando mascarilla en todo momento.