Dos dependientas atienden a sus clientas en el Mercado de Maravillas en la calle Bravo Murillo. Es uno de los mercados más grandes en superficie de Europa, con ocho mil setecientos metros cuadrados y más de doscientos cincuenta puestos. A pesar de no cerrar durante todo el periodo de confinamiento, la mitad de sus establecimientos no pudieron resistir la falta de clientes y tuvieron que bajar la persiana durante esos días. En conjunto, se estima que el volumen de facturación se redujo en un 70 %.