Retrato de una persona mayor que vive en la residencia La Purísima de Mazarrón (Murcia), dirigida por monjas franciscanas, en el primer día en el que se retomaron las visitas a las residencias durante las últimas semanas de la vigencia del primer estado de alarma de 2020. Durante meses, las residencias de personas mayores tuvieron una alta incidencia de mortalidad por COVID-19 aunque, a día de hoy, todavía se desconoce el número exacto de personas que han fallecido en este tipo de centros en España desde el inicio de la pandemia.