Madrid, Madrid
21 Junio 2020

David junto a sus padres visitan el nicho donde yace su abuelo y en el que él decidió que quería que descansaran sus cenizas. Menos de veinte días después, David, fallecía.
Los familiares más cercanos de Amanda y David momentos antes de salir hacia el juzgado para casarse.
En la calle Pradillo de Madrid, en el registro civil, fue donde Amanda y David contrajeron matrimonio, gracias al artículo 52, rigor mortis, que acelera todos los plazos en casos de enfermedad muy grave.
A la boda, debido a las restricciones, solo pudieron acudir quince personas.
Leire agarra las manos de su padre.
David posa sonriente en su casa con la cicatriz que le dejó la operación de cáncer gástrico a la que se sometió. Fue el último día que estuvo en su casa.
La fatiga a la que se veía sometido durante gran parte del día por la dificultad respiratoria hace que necesite estar sentado durante gran parte del día.
La madre de David se abraza a las cenizas de su hijo en presencia de su marido y de Amanda, la esposa de David.
Las cenizas de David son introducidas en el nicho junto a su abuelo en el cementerio madrileño de Fuencarral.
Funeral de David, donde pudieron entrar veinticinco familiares cercanos, que observan el testimonio que dejó grabado para que su hija nunca olvidará su voz.