Al fin. Exposición y desprotección. Tras varias semanas trabajando cara a cara con la COVID-19, los médicos de atención primaria iban infectándose poco a poco. Centros de salud cerrados por falta de personal, infectados y confinados en sus casas o ingresados en los hospitales. Ni una sola PCR hasta finales de marzo, cuando al fin proveyeron a los centros de salud de un stock de diez tests para realizar al personal sanitario sospechoso de estar contagiado. En esta fotografía, mi tutor se realiza una PCR un mes después de haber estado en contacto con la primera paciente positiva de su cupo de pacientes, la cual no venía por un cuadro respiratorio sino abdominal. Su primer caso, al tener síntomas digestivos y con el desconocimiento que había de la infección, lo vio sin ningún tipo de protección.