Navarra / Nafarroa, Pamplona
15 Mayo 2020
Cuando la atención primaria se hace esencial
Ángel Parra e Inma Iragui, médico y enfermera de familia en el centro de salud de Iturrama, han tenido que atender durante la pandemia a pacientes contagiados en sus propios domicilios. En los primeros meses de la pandemia, equipos de UBA, Unidad Básica Asistencial, han tenido que lidiar con el virus en el corazón de los hogares de los pacientes. Ataviados con sus EPI, van a cada uno de los domicilios en los que se requiere atención debido al estado de los pacientes, ya sea por la gravedad o que porque no se pueden desplazar al centro de salud.

La enfermera y el médico se desinfectan las manos nada más entrar en el portal y llamar al ascensor. Por motivos de comodidad y para facilitar el transporte, llevan el material médico en un carro de la compra. La UBA (Unidad Básica Asistencial) formada por el médico Ángel Parra y la enfermera Inma Iragui, del centro de salud de Iturrama, se dirige al domicilio de un paciente con posible COVID-19. Durante esta pandemia, los sanitarios han ido rotando para cubrir en exclusiva el circuito respiratorio y así no contagiar a pacientes sanos.
La enfermera, en este caso, no accede al domicilio, ya que los pacientes no tienen restringida la movilidad. La enfermera supervisa y ayuda al médico a ponerse los EPI.
La enfermera asiste al médico y le ayuda y le supervisa a la hora de ponerse la EPI. En la imágen, le ata la bata para que sea lo más segura y ajustada que sea posible.
La enfermera y el médico se ponen los EPI en el hall de la casa antes de entrar a la habitación a mirar al paciente. Los EPI les protegen de los contagios. Bata, mascarilla, guantes y pantalla protectora.
La UBA de médico y enfermera atienden al paciente en su habitación.
Debido a la baja movilidad del paciente, la mujer tiene que ayudar al médico y a la enfermera para poder examinar al paciente por la espalda.
Debido a la baja movilidad del paciente, la mujer tiene que ayudar al médico y a la enfermera para poder examinar al paciente por la espalda.
La enfermera Inma Iragui durante la visita a domicilio de un paciente.
El paciente de coronavirus espera a que el médico le ausculte en el interior del domicilio. La mujer del paciente, con un estado mejor, aguarda en la puerta.
Durante la auscultación el paciente permanece sentado en una silla tranquilamente. Lleva mascarilla para dificultar que el médico se contagie.
Durante la auscultación el paciente permanece sentado en una silla tranquilamente. Lleva mascarilla para dificultar que el médico se contagie.
Durante la visita médica la mujer no le quita ojo a su marido. El marido, paciente de riesgo tras haber pasado otra enfermedad. Ella, con síntomas más leves. Él, tras quince días en el hospital, regresó a casa.
Varias fotografías del matrimonio en las estanterías del domicilio. En la imagen, el médico Ángel Parra durante la consulta domiciliaria.
Tras la visita médica, el matrimonio se mantiene a distancia del médico mientras este se quita la EPI auxiliado por la enfermera.