Una señora asiste a la celebración de la novena en el Santuario de Nuestra Señora de Os Milagres. Con la llegada de la pandemia todo cambió en nuestras vidas; también las formas de culto y las prácticas religiosas. La rápida adaptación, no sólo de los ritos sino también de sus practicantes, a la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 fue fundamental. Mascarillas, geles hidroalcohólicos, pantallas protectoras, etc., se convirtieron en parte inseparable de todas las celebraciones litúrgicas actuales, permitiendo a los creyentes refugiarse en su fe para soportar una situación tan dura como la actual.