La restauración fue uno de los sectores que más luchó durante el Estado de Alarma por la reapertura de sus negocios. La prohibición de abrir bares y restaurantes para evitar el contacto social hizo que muchos aprovecharan las ventanas de sus establecimientos para vender bebidas a sus clientes cómo lo hacia Judith, en la imagen, en el bar de sus padres en la calle Ferràn Puig del Prat. El Prat de Llobregat, Barcelona, Cataluña