Somos tribu

junio 19, 2021

“¡Piensa que hay gente que no ha trabajado durante un mes y ya no tiene ni para comer! ¿En qué condiciones estaban viviendo antes para que, cuando no trabajan un mes, no tienen un colchón suficiente ni para comer? ¿Tan hasta el cuello estamos viviendo? ¿En esta tierra de libertad? Da que pensar… Y no son cuatro gatos…” Mikel, voluntario de la despensa solidaria La Horizontal de Vallecas, Madrid. En una sociedad que funciona de forma equilibrada y que protege de igual manera a todos los componentes de su población, tres meses de pandemia no deberían causar las colas de hambre como las que hemos visto en Madrid. Si aparecieron es porque hay problemas más profundos que condenan a ciertos segmentos de la población a una vulnerabilidad más aguda en situaciones como la que estamos viviendo. A nivel social, lo que la pandemia parece demostrar con más fuerza es que un importante porcentaje de la población vive en una situación que no les garantiza recursos ni para un mes de confinamiento. Un encierro realizado en condiciones que permitan mantener un nivel de vida digno resultó inalcanzable o casi un lujo para muchos. Este reportaje parte de la crisis alimentaria que golpeó Madrid, centrándose en la documentación del fenómeno de las despensas solidarias que aparecieron por todas partes en la ciudad. Decidí incluir tres: La Villana de Vallekas, La Brecha y La Horizontal. Todas están situadas en el barrio de Vallecas, uno de los más impactados por la COVID, y hacen parte de una iniciativa solidaria más amplia, llamada Somos Tribu. Me interesé también por la situación de las personas que necesitan apoyo a través de despensas de comida, comedores o cocinas solidarias. Sus retratos y testimonios permiten aportar elementos que muestran el riesgo del aumento de pobreza y de exclusión social en estos casos.

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